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Cómo vencer el cansancio al entrenar

Cómo vencer el cansancio al entrenar

Cuando decides empezar a entrenar, lo más común es sentirte cansada, incluso más de lo que imaginabas. Muchas mujeres piensan que eso significa que el ejercicio no es para ellas, pero la realidad es muy distinta: la fatiga inicial es normal y tiene explicación. Tu cuerpo se enfrenta a cambios importantes y necesita tiempo para adaptarse. Lo importante es entender por qué ocurre el cansancio al inicio y qué hacer para superarlo, en lugar de rendirse a los primeros intentos.


1. La fatiga inicial: tu cuerpo está despertando

Si llevas tiempo sin moverte, tu organismo no está acostumbrado al esfuerzo. En los primeros entrenamientos, el corazón late más rápido, los pulmones trabajan a tope y los músculos empiezan a activarse después de estar inactivos. Esa sensación de “agotamiento” es normal y suele durar entre 2 y 3 semanas. La buena noticia es que, a medida que repites los entrenamientos, tu resistencia mejora y tu cuerpo aprende a gastar la energía de manera más eficiente.


2. El metabolismo bajo: un freno silencioso

Con la edad, y especialmente en mujeres mayores de 40, el metabolismo tiende a ralentizarse. Esto significa que quemas menos calorías en reposo y tu cuerpo acumula más grasa. Además, un metabolismo bajo hace que te sientas con menos energía durante el día.
👉 El entrenamiento, sobre todo los ejercicios de fuerza, es la herramienta más eficaz para activar tu metabolismo y volverlo más eficiente. Levantar pesas, trabajar con tu propio peso o usar bandas elásticas ayuda a que tu cuerpo consuma más energía incluso cuando estás descansando.


3. Poco tono muscular = más esfuerzo

Cuando los músculos no están entrenados, cada movimiento requiere un esfuerzo mucho mayor. Subir unas escaleras, hacer una sentadilla o incluso mantener la postura durante un ejercicio puede dejarte agotada. Esto no significa que no puedas, sino que tus músculos están “oxidados”.
👉 La solución está en trabajar el tono muscular de forma progresiva. Con pocas repeticiones, poco peso y aumentando poco a poco, en cuestión de semanas notarás cómo los mismos ejercicios se vuelven más fáciles.


4. La mala alimentación multiplica la fatiga

La energía no solo viene del entrenamiento, sino también de lo que comes. Muchas veces el cansancio tiene más que ver con la nutrición que con el ejercicio en sí.

  • Si comes pocas proteínas, tus músculos no se recuperan.

  • Si abusas de azúcares rápidos, tienes picos de energía seguidos de bajones fuertes.

  • Si no bebes suficiente agua, la deshidratación se traduce en fatiga y dolores de cabeza.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que una alimentación equilibrada es fundamental para mejorar el rendimiento físico y mantener la salud a largo plazo.


5. El descanso y el sueño: la parte olvidada del entrenamiento

Muchas veces se busca entrenar más y más, pero sin descanso el cuerpo no se recupera. Dormir mal no solo te deja sin energía, también dificulta la quema de grasa y la recuperación muscular.
👉 Lo ideal:

  • Dormir 7-8 horas cada noche.

  • Evitar pantallas justo antes de acostarte.

  • Respetar los días de recuperación entre entrenamientos intensos.


6. Estrategias para vencer el cansancio

Ahora que sabes por qué aparece la fatiga, aquí tienes estrategias prácticas para superarla:

  • Empieza poco a poco: sesiones de 20-30 minutos, 3 veces por semana.

  • Varía los entrenamientos: combina fuerza, cardio y movilidad.

  • Cuida la alimentación: prioriza proteínas magras, verduras, frutas y grasas saludables.

  • Hidrátate: mínimo 1,5 a 2 litros de agua al día.

  • Motívate: entrena con música, con amigas o dentro de una comunidad para no abandonar.

  • Celebra los avances: cada kilo levantado, cada minuto extra que aguantas, es un logro.


7. Recuerda: el cansancio es temporal

La fatiga no dura para siempre. Con constancia, tu cuerpo se adapta:

  • Ganas energía en tu día a día.

  • Duermes mejor.

  • Te sientes más ligera y activa.

  • Tu estado de ánimo mejora gracias a las endorfinas del ejercicio.

Lo que al principio parecía un muro se convierte en una fuente de vitalidad.


Conclusión
El cansancio al entrenar no es una señal para rendirse, sino un aviso de que tu cuerpo está cambiando. Con paciencia, una alimentación equilibrada y un plan adaptado, esa fatiga inicial desaparece y se transforma en fuerza, energía y confianza. Empieza despacio, sé constante y recuerda: tu mejor versión está en camino.

💬 Y tú, ¿cómo has vivido ese cansancio de los primeros entrenamientos? Déjame tu experiencia en los comentarios 👇

Giovanni Valle

Giovanni Valle

Soy Giovanni Valle, entrenador personal con más de 20 años de experiencia ayudando a mujeres a transformar su cuerpo y recuperar su confianza. Mi pasión es diseñar programas efectivos y adaptados a cada etapa de la vida, con un enfoque en fuerza, salud y motivación. En este blog comparto consejos prácticos de entrenamiento, nutrición y mentalidad para que consigas resultados reales y duraderos.

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